El consumo de almendra mejora el sistema cardiovascular, reduciendo la presión arterial, debido a su alto contenido en grasas insaturadas.
Gran fuente de energía.
Fuente de proteínas de origen vegetal.
Alto contenido en fibra soluble e insoluble, lo que favorece el tránsito intestinal.
Reduce el colesterol; su contenido en ácidos grasos, antioxidantes y grasas mono-saturadas ayuda a disminuir los niveles de colesterol LDL (colesterol malo).
Gran poder antioxidante, gracias a vitaminas del grupo B y E, que retrasan el envejecimiento.
Disminuye el riesgo de sufrir Diabetes tipo 2.
Mejora el sistema inmunitario gracias a su contenido en zinc.
Su alto contenido en hierro y magnesio contribuye a tener unos dientes y huesos fuertes, además de combatir la ansiedad y el insomnio.
Previene la osteoporosis por su contenido en calcio.
Propiedades anticancerígenas gracias a su contenido en gamma-tocoferol y una variedad de Vitamina E.
La Fundación Española de Nutrición recomienda consumir entre 20 y 30 gramos de almendra al día.